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WoW: Pandaria

Este es uno de los ejercicios realizados durante las clases de Dibujo Artístico con Pedro Raidel Remedios, en la EASD Fernando Estévez. Desde siempre me han atraído los retos, especialmente aquellos que suponen un desafío técnico o de escala. Además, tengo la suerte de aprender con rapidez, lo que me lleva a querer ir un poco más allá de lo que se espera. Por eso, aunque la mayoría de los ejercicios debían presentarse en formato A3, muchos de mis trabajos en esa etapa los realicé en A2. Este dibujo es uno de esos casos, en los que sentí la necesidad de ampliar el lienzo para poder explorar más y con mayor libertad.

En esta obra confluyen dos de mis grandes pasiones: el dibujo tradicional y los videojuegos. La escena está inspirada en World of Warcraft: Mists of Pandaria, que por aquel entonces era la expansión más reciente del juego. El arte de esta entrega me fascinó desde el primer momento. Tiene una estética profundamente influenciada por la cultura oriental, tanto en su simbología como en el tratamiento visual: colores cuidados, formas armoniosas y una riqueza de detalles que se convierte en un festín visual. Fue precisamente eso lo que me impulsó a elegir una imagen del concept art oficial para interpretarla y rendirle homenaje a través del dibujo.

Concept art de World of Warcraft: Pandaria. Artista original desconocido, Blizzard.

Lo curioso es que, en general, no disfruto tanto la parte del dibujo como la del color. Mi zona de confort está en colorear, especialmente con lápiz, y si es con Prismacolor, mucho mejor. Es ahí donde realmente conecto con el proceso creativo, donde me permito jugar con matices, texturas y transiciones. Sin embargo, en esta ocasión, también disfruté el proceso de dibujar, quizás porque el tema me apasionaba tanto. Solo conservo una imagen del proceso, ya bastante avanzada, pero guarda el recuerdo de las horas de dedicación que le puse.

Avance en el proceso de coloreado. Marzo de 2015, foto realizada con un iPad Air 2.

Gran parte del esfuerzo y detalle de esta obra está concentrado en las escamas del dragón. Estas van disminuyendo en tamaño y densidad a medida que se alejan del primer plano, generando así una sensación de profundidad y volumen. Lo mismo ocurre con las escaleras de piedra a la derecha, que al estar en primer término, están trabajadas con más precisión y contraste. Este tipo de decisiones compositivas me permitieron experimentar con la percepción visual, algo que hasta entonces no había explorado tan conscientemente, y que sin duda marcó mi evolución como artista.

Obra terminada.